Muchos de nosotros nos preguntamos, cómo, cuándo y por qué podría 
comenzar un conflicto armado en Medio Oriente. La verdad es que me 
resulta increíble escucharme hablar así. ¿De dónde nos viene esta idea? 
¿Por qué damos por hecho que la guerra es inevitable? La respuesta 
parece sencilla. Basta mirar los principales medios de comunicación del 
mundo para saberlo: Todos ellos hablan de lo mismo.
No es mentira ni tampoco novedad que el principal instigador de esta 
locura sea Estados Unidos junto a sus aliados, quienes día tras día 
provocan a Irán con toda suerte de calumnias y mentiras con el solo fin 
de precipitar una guerra.
Pero los conspiradores, aun teniendo todo el poder militar, económico
 y comunicacional saben muy bien que no pueden atacar de la noche a la 
mañana. Necesitan de una excusa que avale la intervención ante los ojos 
del mundo y que por supuesto mantenga limpio su “buen nombre”.
Si todavía no atacan se puede deber a varias razones: que estén a la 
espera de buenas condiciones climáticas; la fuerte oposición de la 
opinión pública mundial a esta o a cualquier intervención estadounidense
 o bien, que estén esperando o preparando la trama adecuada, una causa, 
circunstancia o evento de algún tipo que ocurra en el momento perfecto y
 que gatille la ofensiva.
¿Es acaso Irán o cualquiera de los países del Medio Oriente como por 
ejemplo Egipto, Libia o Siria, los cuales han sido recientemente 
intervenidos por una “fuerza extraña”, una gran amenaza para el mundo? 
¡La verdad es que no! Tampoco significa que estos países sean unas 
“blancas palomas”.
Lo cierto es que en estos momentos una gran y poderosa flota de 
guerra se encuentra navegando en círculos en el Estrecho de Ormuz y no 
están allí precisamente de vacaciones; solo esperan. Imaginen que un 
vecino suyo de la noche a la mañana posicionara todas sus armas fuera de
 su casa y que por toda explicación a tu lógica y razonable protesta te 
contestara que solo está allí por tu seguridad y por la de todos. ¿Qué 
le dirías?
Estamos más que enterados sobre el caos económico que vive gran parte
 del planeta en estos momentos y también sabemos que no se recuperará, y
 que el sistema está a punto de colapsar para siempre.
También sabemos de la creciente supresión de derechos y libertades 
que actualmente imponen los países del primer mundo a las personas. El 
ataque a la humanidad comienza en los aeropuertos, seguido por las 
injustas leyes antiinmigrantes de Estados Unidos y países de Europa.
En materia religiosa se palpa cada vez más fuerte la intolerancia; 
los cristianos son atacados actualmente en muchos países del mundo; el 
constante bombardeo negativo que Occidente y sobre todo Israel hacen de 
la cultura y religión musulmana; los casos de pedofilia, liviandad y 
conformismo de la iglesia Católica son más que notorios;  la misma 
iglesia que ha hecho un llamado a crear el nuevo orden mundial tanto 
económico como ecuménico; la misma iglesia que elevó en voz de su 
principal figura, el Papa Benedicto XVI, una plegaria a Dios para que 
tuviera misericordia de la humanidad y que los supuestos eventos 
catastróficos que nos depara el año 2012 no sean tan violentos con la 
gente. Entre todo este revoltijo, la gran pregunta al final es:
¿Cuál será el detonante del conflicto…? porque no tengo duda alguna 
que Estados Unidos y sus aliados comenzarán la agresión. Tal vez 
podremos encontrar las respuestas en una persona que visualizó este 
conflicto hace mucho tiempo atrás y lo plasmó en un libro. Me refiero a 
Benjamín Solari Parravicini. Según sus psicografías, la respuesta podría
 ocultarse en los preparativos de los próximos Juegos Olímpicos a 
realizarse en Londres, Reino Unido dentro de 73 días.
Viene el demócrata humilde, que nunca lo fue
La alerta comenzó cuando Danny Boyle, afamado actor y cineasta, 
ganador del premio Oscar, fue elegido como maestro de ceremonias de la 
apertura de los Juegos Olímpicos. Entre muchas cosas, Boyle introduce un
 elemento muy peculiar: ¡una campana!
Esta ocupará un rincón del estadio y repicará estruendo con la 
finalidad de que todo el mundo pueda oírla y así saber que la nueva 
versión de las olimpiadas ha comenzado. La campana que pesara nada menos
 que 27 toneladas es la más grande y pesada del mundo.
En su superficie se gravó una extraña inscripción perteneciente al 
escritor William Shakespeare y dice así: “No temas, la isla está llena 
de ruidos”. Al Analizar una de las psicografías de Parravicini podremos 
ver y constatar el enigmático dibujo de un deportista [?] que empuña la 
llama olímpica [?] junto a una sentencia que puede ser profética y que 
además se refiere al despertar agresivo de importantes naciones; la 
hipocresía de los políticos y el acontecimiento de algún tipo de evento 
que será nada menos que catastrófico.
A continuación el texto y dibujo escritos por la mano del llamado “Nostradamus de Latinoamérica:
“Fuego, hambre, pestes, muertes, repite la campana justiciera que se acerca al mundo, más aun el mundo no escucha, ni ve. 
 Viene la tiniebla del dragón que pareció dormido. Viene el terror del oso que fingió amor y hermandad. 
 Viene el demócrata humilde, que no
 lo fue nunca y viene con él la pobreza, él sin albergue, y con ellos 
todas las explosiones de la disgregación. 
 Viene la oscuridad y luego, la luz del Sud. ¡Y la Cruz!”. 
¿Cómo podríamos interpretar esta psicografía? ¿Es cierto que aun 
teniendo ojos y oídos, no vemos ni escuchamos? Una posible 
interpretación podría ser la siguiente: Tenemos ante nosotros la figura 
de una persona que sostiene en su mano izquierda una llama olímpica, una
 especie de antorcha, la cual representa muchísimas cosas para los 
ocultistas e iniciados, pero que para el vulgo es el símbolo de la unión
 de los pueblos aunque sea al menos por un corto período de tiempo.
No obstante en su mano derecha empuña una guadaña en clara 
personificación a la muerte, y en su centro, en su interior, se esconde 
en realidad un espíritu inmundo que es representado por la figura de una
 serpiente. Sobre su cabeza aparece la campana justiciera, que según 
Parravicini coincide no solo con la frase de Shakespeare impresa en la 
superficie de la campana olímpica, sino también con el deseo de 
Inglaterra -según Boyle- de que su sonido sea escuchado por todo el 
mundo. Es notoria la letra “J” y lo que parece una pequeña cruz “+”encerrada
 en un círculo, elementos que podrían apuntar al inminente retorno de 
Jesús a la tierra, visto desde la perspectiva cristiana.
En este punto Parravicini nos advierte –tal vez con mucha razón- que 
aun teniendo ojos y oídos, ni vemos ni escuchamos lo que está justo 
enfrente de nosotros. Siguiendo con el texto a los pies del dibujo; 
resulta enigmática para algunos, aunque una advertencia real para otros,
 la mención del dragón y el oso, animales que aluden directamente a los 
gobiernos de China y Rusia.
Pero al final nos habla del político humilde, de aquel que parece 
sereno y justo, pero que en realidad no quiere más que el poder y la 
destrucción. No es casualidad que Obama fuera el ganador del premio 
Nobel de la Paz, ni tampoco es algo nuevo que no cumpliera ninguna de 
sus promesas de campaña como por ejemplo ir en ayuda de la clase media 
estadounidense o retirar definitivamente las tropas de Irak. Por el 
contrario, continuó con la intervención en Afganistán, dio la orden para
 cargar en contra de Libia y ahora está diciendo que hará todo lo que 
esté en sus manos para frenar a Irán.
¿Podría la advertencia de Parravicini referirse al actual presidente 
de Estados Unidos, Barack Obama?  Estoy seguro que ustedes ya saben de 
quién se trata.
No debemos pasar por alto otros aspectos que condimentan aún más este
 “enrarecido menú”. Me refiero a las extrañas mascotas que los 
británicos presentaron para animar la nueva versión olímpica. ¿Qué son y
 qué representan en realidad? Algunos sugieren que son un par de 
extraterrestres; podría ser. Otros piensan que son muñecos futuristas 
abstractos, pero ¿De dónde o de qué proviene tal abstracción?
Los creadores dicen que las figuras son dos gotas de acero sobrantes 
de la construcción de los recintos olímpicos. Sus nombres son Wenlock y 
Mandeville, y no tienen otra función que acercar e incentivar a los 
niños a las prácticas deportivas. ¿Alguna vez habían escuchado algo más 
extraño, ridículo, inconexo y absurdo? ¿Y ustedes, que observan estas 
“mascotas”, ¿Les entra mayor deseo de practicar deporte?
Como persona entendida en diseño gráfico e imágenes corporativas, no 
puedo dejar de analizar brevemente el logo de los juegos. Son 
extremadamente abstractos y simbólicos; tienen un carácter lacónico, 
abúlico, tal vez demasiado pragmático, como lo es de hecho la 
idiosincrasia británica; las letras se asemejan dramáticamente a los 
caracteres rúnicos típicos de las lenguas germánicas antiguas, y al 
observarlos en un afiche me parece que se tratara más bien de una 
convocación a un concierto de rock o a una liturgia de una iglesia 
protestante.
Noten también la pirámide y el ojo en la cabeza de Wenlock. Y un dato
 curioso y tal vez paranoico: si jugamos mentalmente con el logo de las 
olimpiadas y cambiamos de posición su tipografía, podremos leer la 
palabra “Zion” o “Sión” que es el nombre que los judíos le otorgan a 
Jerusalén… la nueva, la cual habría de convertirse en el centro mundial 
religioso, administrativo y político del mundo, según ellos.
Es cierto que mirar por mucho tiempo el logotipo causa un extraño y 
súbito mareo acompañado de un dolor de cabeza. Esto se debe a que los 
contrastes de colores hacen vibrar el contorno de la figura superpuesta 
en el fondo blanco. Las teorías sicológicas de la Gestalt son 
“exprimidas” al máximo en estos inverosímiles y absurdos diseños. Sean 
ustedes por supuesto los jueces.



 Las
 extrañas mascotas y logo de la 33º versión de los Juegos Olímpicos a 
realizarse en Londres no significarían nada si no supiéramos que están 
relacionadas con los deportes ni con la ciudad, ¿no es así? Este diseño 
causó la indignación de Irán por mensaje alusivo a “Zión”. También se 
especula que es poseen mensajes ocultos solo interpretables para 
iniciados de sociedades secretas, racistas, que observarlos provoca 
epilepsia, inclusive que tiene una trasfondo nazi. Estoy de acuerdo que 
mirarlos perturba los sentidos. ¿Qué piensan ustedes? Clic en imágenes 
para agrandar.

Así
 es cómo luce la iluminación del estadio olímpico en Londres. La 
pirámide iluminada observará a los principales mandatarios del mundo 
guiñándoles con su ojo subliminal, complacida por la manera en que sus 
títeres vienen manejando el mundo hasta el momento.
¿Contra quién se protege la ciudad de Londres?
Volviendo a Londres y a los Juegos Olímpicos, resulta curioso, 
extraño o tal vez insólito, la elevada inversión en seguridad que 
tendrán el encuentro deportivo. Impresiona la noticia reciente que dice 
que el ejército británico instalará misiles tierra-aire en todo el 
perímetro que rodea a las instalaciones deportivas.
¿Es en realidad factible que terroristas puedan atacar con aviones la ceremonia de inauguración o la de clausura de los Juegos Olímpicos? Nadie dice que no debe haber seguridad para las personas, atletas e instalaciones, pero en verdad, ¿Para qué tipo de eventualidad se preparan?
Tal vez nada malo suceda; eso es lo que todos esperamos, y sin embargo, ¿Por qué se prohibirá a las personas tomar fotografías y/o realizar videos al interior del estadio y ni mucho menos subirlas a la red? En caso de ocurrir un evento negativo, las instantáneas y videos serían definitivos como medios de prueba, ¿no es así? ¿Es posible que estén planeando algún tipo de atentado terrorista, de falsa bandera por supuesto, que les dé la excusa que necesitan para comenzar un ataque contra las naciones del mundo?
Tal vez atenten contra la vida de Obama y de otros mandatarios que se reúnan el día de la inauguración en la capital londinense. Y si es así, el chivo expiatorio no solo podría ser una célula terrorista, podrían poner en marcha cualquiera de los planes de los que ya he hablado en artículos pasados. Ni siquiera podría pensar en qué tipo de repercusiones tendría para la humanidad, para la gente sencilla tamaño despropósito.
Pero si es así, solo echemos un breve vistazo a la situación mundial en estos momentos. Parece un tablero de ajedrez en el cual las piezas han sido movidas de forma estratégica y están listas para atacarse entre sí. No olvidemos nuevamente a los informativos del miedo: “Las principales superpotencias y países involucrados se preparan para la guerra”; “Los rusos despliegan su flota, apoyan a Siria e Irán y no tolerarán el escudo antimisiles estadounidense cercano a sus fronteras”; “China está lista para atacar”; “India y Pakistán llevan a cabo con éxito contundentes pruebas de misiles balísticos capaces de contener cabezas nucleares”;
“Las coreas del norte y del sur también aportan lo suyo: una pone en marcha la puesta de satélites en el espacio y realiza pruebas de misiles con capacidad nuclear, mientras que la otra se prepara para defenderse o agredir a sus vecinos norteños llevando a cabo ejercicios de guerra en conjunto con la marina estadounidense en clara señal de provocación”. La suerte parece echada… pero aún podemos hacer algo.

Deja de despertar… ¡Actúa ya!¿Es en realidad factible que terroristas puedan atacar con aviones la ceremonia de inauguración o la de clausura de los Juegos Olímpicos? Nadie dice que no debe haber seguridad para las personas, atletas e instalaciones, pero en verdad, ¿Para qué tipo de eventualidad se preparan?
Tal vez nada malo suceda; eso es lo que todos esperamos, y sin embargo, ¿Por qué se prohibirá a las personas tomar fotografías y/o realizar videos al interior del estadio y ni mucho menos subirlas a la red? En caso de ocurrir un evento negativo, las instantáneas y videos serían definitivos como medios de prueba, ¿no es así? ¿Es posible que estén planeando algún tipo de atentado terrorista, de falsa bandera por supuesto, que les dé la excusa que necesitan para comenzar un ataque contra las naciones del mundo?
Tal vez atenten contra la vida de Obama y de otros mandatarios que se reúnan el día de la inauguración en la capital londinense. Y si es así, el chivo expiatorio no solo podría ser una célula terrorista, podrían poner en marcha cualquiera de los planes de los que ya he hablado en artículos pasados. Ni siquiera podría pensar en qué tipo de repercusiones tendría para la humanidad, para la gente sencilla tamaño despropósito.
Pero si es así, solo echemos un breve vistazo a la situación mundial en estos momentos. Parece un tablero de ajedrez en el cual las piezas han sido movidas de forma estratégica y están listas para atacarse entre sí. No olvidemos nuevamente a los informativos del miedo: “Las principales superpotencias y países involucrados se preparan para la guerra”; “Los rusos despliegan su flota, apoyan a Siria e Irán y no tolerarán el escudo antimisiles estadounidense cercano a sus fronteras”; “China está lista para atacar”; “India y Pakistán llevan a cabo con éxito contundentes pruebas de misiles balísticos capaces de contener cabezas nucleares”;
“Las coreas del norte y del sur también aportan lo suyo: una pone en marcha la puesta de satélites en el espacio y realiza pruebas de misiles con capacidad nuclear, mientras que la otra se prepara para defenderse o agredir a sus vecinos norteños llevando a cabo ejercicios de guerra en conjunto con la marina estadounidense en clara señal de provocación”. La suerte parece echada… pero aún podemos hacer algo.

Es verdad que estamos cansados de guerras, 
de la estafa, hurtos, robos masivos y saqueos de los banqueros, 
ejecutivos y del sistema económico imperante en el mundo. ¿Qué hacer?, 
nos preguntamos una y otra vez. Los principales gobiernos del mundo 
saben que tuvieron, tienen y tendrán las manos con sangre por 
incontables intervenciones, muertes y miseria que han traído a nuestra 
indefensa humanidad, y una gran cantidad de personas del planeta también
 lo sabe.
Es verdad el deliberado y progresivo 
debilitamiento del ser humano a través de los alimentos, los 
medicamentos, el agua, el aire y aun el control sicológico y sociológico
 través de los medios masivos gracias a la televisión. Observen 
fríamente este panorama. Ante todo esto, ¿Somos una tropa de flojos, 
cómodos e indolentes?;
¿Somos una humanidad dormida y manejable? 
Sabemos que tenemos que hacer algo. Ustedes mismos lo han expresado en 
miles de comentarios y foros de Internet, pero al parecer aún estamos 
con cansancio y miedo de crear la diferencia. Aunque los movimientos 
‘Ocupa Wall Street’ y los ‘indignados’ de España, junto a las protestas 
mundiales en contra de la mala educación, las nulas políticas de estado 
que no velan por la ciudadanía, son un gran inicio y un despertar del 
ser humano espiritual en contra del poder de unos pocos, es cierto, pero
 no tienen el efecto suficiente como para crear un cambio que mueva las 
voluntades, y atención: no he dicho “un cambio que mueva a las masas”, 
sino que realmente toque a las personas en su conciencia y espíritu para
 que digan de una vez, “¡Ya basta!”.
¿Qué nos hace falta para poner en práctica 
el banco de tiempo dentro del cual podríamos intercambiar cosas, 
servicios, comestibles y todo lo que queramos, sin hacer uso de un solo 
peso, rublo, libra o dólar? ¿Cuánto más nos falta para comprender que el
 cuerpo humano tiene la capacidad en gran parte de auto recuperarse por 
sí mismo, sin la necesidad de medicarnos con más y más pócimas y 
soluciones que no provocan otra cosa que un efecto placebo y adicción en
 nuestro organismo?
¿No nos damos cuenta que la energía libre, 
gratuita y limpia existe, que es una realidad, pero que ha sido 
censurada por el gobierno invisible mundial? ¿Dejaremos las malas 
prácticas y costumbres como la comida chatarra, los programas basura de 
la televisión y la holgazanería diaria, entre muchas otras, en pro de 
nuestra propia salud física y mental?
Tal vez sería importante que comencemos a 
reconocernos como flojos y perezosos. Ahora bien. Si hemos logrado 
despertar, o estamos a punto de pasar esta primera etapa, es necesario 
que además dejemos de “tener miedo”. Saben a lo que me refiero y lo 
expreso más arriba. A continuación un par de videos distractores que 
generan miedo e incertidumbre, lo que impide en mayor o menor grado 
-pero impide igual- que tomes decisiones importantes en tu vida.


 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario